viernes, 11 de febrero de 2022.- La pandemia y sus efectos, como la pérdida del empleo, menores sueldos y el constante aumento en los precios de alimentos y servicios médicos, han llevado a las personas a solicitar créditos exprés en donde sea y sin revisar sus condiciones.
Situación que es aprovechada por empresas que aseguran estar reguladas y certificadas ante notario, o incluso como gestores financieros, cuando en realidad no es así, advierte la Comisión Nacional para la Protección de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
Es un tema que se ha acentuado por la pandemia, las personas lo que menos quieren es pararse en una sucursal, hay un surgimiento acelerado de instituciones de tecnología financiera, conocidas como Fintech, dijo Marco Carrera Santa Cruz, socio fundador de Finaper Consultores.
Luis Fabre Pruneda, vicepresidente técnico de la Condusef, comentó que este tipo de empresas, que en su gran mayoría son sociedades anónimas, puede ser de dos tipos, las que sí operan de manera regular ofreciendo crédito y las que engañan y son fraudulentas.
Cual sea el caso, consideró que deben ser la última opción para resolver un problema de liquidez o pagar otro crédito, y mejor acudir a un intermediario regulado, como Sofomes, Sofipos y la banca, sin embargo, en este último caso, el problema es que llegan a tardar por el estudio de la capacidad de pago de las personas.
Una opción más viable, refirió, puede ser el empeño, en donde el costo del crédito es a veces más barato y hasta se puede renegociar, es decir, acceder a refrendos, así como las empresas de fondo de pago.
Por su parte, Sofía Macías, autora del libro Pequeño Cerdo Capitalista, expresó que las tasas de interés de los créditos personales o de nómina bancarios son más bajas y pueden ser una opción.
Apuntó que si la solicitud es para pagar otra deuda, debe tenerse en cuenta que un nuevo préstamo no la soluciona, sólo la alarga porque se tendrán nuevos intereses que pagar.
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